Al Amanecer premia concurso de la familia santiaguera

Por: Carlos Alberto Gonce Socías.

Un encuentro con los oyentes del gustado programa Al Amanecer devino Gala de Premiaciones cuando se dieron a conocer los resultados del concurso organizado por el colectivo realizador del espacio como parte de las actividades por el 15 de mayo de 2018, Día Internacional de las Familias.

El concurso incluyó tres preguntas sobre la importancia del Día Internacional de las Familias, el papel del colectivo familiar en la formación de valores, y las vivencias de crecimiento personal y familiar del concursante, relacionadas con el contenido del programa.

El jurado, integrado por especialistas en Arte de los Medios de CMKC, reconoció la calidad de las respuestas presentadas, y determinó que Lucy Martínez Acuña, oyente de la localidad de Palmarito, en el municipio santiaguero de Mella fue la más integral, coherente y sensible. Fueron estimulados otros cuatro concursantes con resultados destacados.

Los participantes en el encuentro disfrutaron de las canciones interpretadas por María Julia Carcasés y Joel Leyva, del poema declamado por Maikel Eduardo Santiago y de la pincelada humorística muy bien recibida por todos, a cargo de Alejandro Pérez, estos últimos actores del Cuadro Dramático de CMKC.

Copatrocinaron el concurso varias entidades provinciales: los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia, la Delegación del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), la hotelera Cubanacán, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), el periódico Sierra Maestra, la “Casa del Abanico de Maruchi” y el Salón de Belleza “Capricho”.

Al Amanecer, espacio dedicado a la familia en la provincia Santiago de Cuba, se radia en CMKC de lunes a sábados de 5:00 a 6:30 AM. Durante 88 minutos Nuris Arcas Rodríguez (conductora) y Gerardo Houdayer Lafaurié (director, productor musical y conductor) desarrollan un tema principal acerca de importantes cuestiones relacionadas con la vida familiar, la educación y el crecimiento humano, con textos elaborados por Delvis Delgado Avellón, Carlos Gonce Socías y Susana Gonce Fernández.

Cada emisión incluye secciones acerca de ciencia y tecnología, arte, consejos de belleza, soluciones prácticas, recetas de cocina, y nunca faltan los saludos y felicitaciones a los oyentes y la propuesta de dos temas del pasado reciente. Todo se acompaña con música especialmente seleccionada para escuchar a esta hora de la madrugada, considerando siempre el gusto y las solicitudes de los oyentes. El colectivo cuenta con la asesoría de Kenia Gloria Chacón Jaen y Yailene Brioso Mariño, y la realización de sonido corre a cargo de Oddi Lores Barbón.

Estos truenos

Imagen tomada de Internet

En una esquina de la parte histórica de esta heroica ciudad tan llena de cultas tradiciones, una joven bonita y de hermoso porte, acompañada por su hijo de unos 5 años,  conversaba con un hombre mayor sobre algún importante tema del acontecer cotidiano del barrio.

A poco ella continuó su camino, y él le decía algo al niño, que respondía según las sugerencias de su madre, con obscenidades cada vez de mayor calibre y a voz en cuello, lo que ambos adultos asumían como una verdadera gracia, vaya, como una muestra de la inteligencia y el desarrollo del menor.

Ante la escena no pude menos que recordar a los y las adolescentes que se expresan en público a toda voz usando un lenguaje impúdico, con la total desfachatez  de quien está convencido de que no hace nada reprobable. Y claro, quien es educado en tales “gracias” no puede menos que pensar de ese modo.

Resulta entonces que los responsables de que jóvenes estudiantes y trabajadores aparentemente educados, hablen con total irrespeto a quienes les rodean, son aquellos que precisamente debieron inculcarle el respeto por sí mismos y por los demás. En este caso no cabe buscar en otro sitio, el origen está en la familia.

Y hablando de respeto ¿Cuánto de él podrá sentir hacia sus mayores el niño educado en decirle obscenidades a los adultos?

Personalmente no soy ningún puritano, pero no puedo dejar de pensar en la sabiduría popular, porque estos truenos que estamos sembrando nos obligarán a cosechar aquellas tempestades.

Tenemos mucho que cambiar y mucho más que defender.

Por: Carlos Alberto Gonce Socías

Los humanos somos seres de hábitos, de costumbres. Tal vez por eso lo que tenemos delante cada día nos llega a resultar tan común que ya no lo vemos. Posiblemente nos parece que ése es el orden natural de las cosas, que estarán así por siempre, o que no son realmente importantes porque están ahí, algo así como pensar que lo importante es lo que falta. Y en eso, lamentablemente, nos equivocamos.

Entre estas cosas a las que nos acostumbramos y luego no vemos están las bellezas naturales y arquitectónicas de la ciudad en que vivimos, las relaciones con nuestros familiares, amigos y vecinos, y también esas cuestiones de la sociedad que se hacen imperceptibles, aunque tanto ha costado conquistarlas.

Y en este último aspecto quiero detenerme. Porque en nuestra sociedad hay muchas cosas que nos hemos habituado a ver como normales, obligatorias, tanto que ya sólo les vemos los defectos, y hasta algunos piensan que serían perfectamente prescindibles.

Habituados a tener un médico a unas cuadras, al cual dirigirnos si nosotros o nuestros hijos tenemos alguna descomposición estomacal, un catarro o un dolor de cabeza, sin la obligación de buscar el dinero para pagarle la consulta, lo llegamos a percibir como lo más normal del mundo.

Y que ese mismo médico o la enfermera nos visite e insista para que alguien del hogar se haga la prueba citológica, se vacune o se chequee la presión, nos parece agobiante y molesto. Y cuando hablamos del tema es para criticar y subrayar las deficiencias del funcionamiento de ese sistema de salud.

Y es cierto, hay mucho perfectible en los servicios de salud, mucho que puede ser mejorado y otras tantas cosas que deben ser cambiadas. Sin embargo, respecto a los estándares de este mundo en que vivimos, la garantía de salud en Cuba es muy superior a la media del orbe. Y no se lo digo yo, sino las evaluaciones de las Organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud. Por eso, de lo que se trata es de mejorar sin perder lo alcanzado, de preservar los logros. Lograr lo que falta sin perder lo que se tiene, diría yo.

La educación universal, gratuita y obligatoria con estándares elevados según la media internacional es otro sector en la misma situación. La equidad para las personas de diferente  género, origen étnico, credo, capacidad y con cualquier otro rasgo distintivo, entra también en ese conjunto de elementos en los que debemos continuar trabajando, aún cuando lo que ocurre en otras latitudes muestra que nuestra situación es diferente, y ciertamente no peor.

La tranquilidad ciudadana, la seguridad en las calles, la prevención del tráfico y consumo de drogas ilícitas y otras particularidades que seguramente usted puede mencionar son también esferas en las que avanzar, aunque con muchos logros reconocibles que defender.

Nada estará si no lo preservamos, pero nada se conservará si no lo visualizamos y reconocemos, si no le concedemos su importancia y su justo valor. Hay que decidirse activamente a mantener eso que tanto costó conseguir, que es perfectible, pero está ahí, y sin que nos pongamos a ello, puede perderse. Mire a su alrededor con detenimiento y verá que en efecto, tenemos mucho que cambiar pero también mucho que preservar y que defender.

Si alguna vez me muero…

Por: Kintto Lucas

Tomado de Firmas Selectas

Si alguna vez me muero, no será en París con aguacero, será de tristeza. De tristeza por no haber hecho lo que debía, por no haber puesto la mira en un blanco certero. Si alguna vez me muero será de tristeza enamorada, de tristeza globalizada, de tristeza por tantas derrotas y alguna victoria, de tristeza por los que huyen de su tierra y por los que no tienen tierra; de tristeza por los niños que crecen en lugar de seguir siendo niños; de tristeza por quienes creen que un dios los sacará de la tristeza.

De tristeza por los farsantea que hacen política y los políticos que hacen farsa; de tristeza sola y acompañada, de tristeza emborrachada por la noche y por el día, de tristeza esperando abril frente a la playa, o tal vez el viento de septiembre.

Si alguna vez me muero no será con dolor de España, si no con dolor de América Latina, y del mundo también. Si alguna vez me muero será de tristeza, por no haber visto cantar a los ruiseñores, mientras hacían el amor con sus ruiseñoras. De tristeza por los tristes, por los solos, por los muertos y los vivos, por no haber cambiado el mundo y no haber llorado lo necesario.

De tristeza por mi padre, por sus versos de despedida, por los ingenuos que todavía creen en utopías. De tristeza por el naufragio y por los niños en el Mediterráneo. Si alguna vez me muero no será por miedo, ni por dejar de luchar, ni por dejar de plantar algún árbol, ni por dejar de amar, ni por dejar de escribir, ni por dejar de caminar. Si alguna vez me muero será por el rifle, por la mira, por el blanco y la mirada. Si alguna vez me muero será de alegría, por haber sobrevivido a tanta tristeza.

 

Morbo y «modernidad»

 

Por Jape/ digital@juventudrebelde.cu

¡¡¡Rinnngggggg!!!

—¿Hola?

—¡¿Ya te enteraste Marieta, de lo que pasó en la Embajada?!

—¡Ni galleta, ni empanada, aquí no se vende nada! Si quiere desayunar, mejor trate de llamar a la paladar de Juana.

—¿De qué me hablas, mi hermana? Enciende el televisor, ya no es chisme ni es rumor, se oyen ruidos, se oyen voces, se ha formado el «acabose», en la embajada del norte ¡se fue hasta el embajador!

—¿Filete de emperador? Quizá en el barrio chino. Llégate a Cuatro Caminos, como quien va pa’ Cristina, que allí mismo, en esa esquina, había jurel y tocino…

—¡Qué tocino ni jurel, despiértate hermana mía, nadie sabe todavía lo que pueda suceder! Trump ha venido a «joder», lo que se habló con Obama. De la noche a la mañana, al mundo ha puesto a correr, con esa demencia cruel que lo caracteriza. El protocolo ha hecho trizas, tumbó visas, intercambios, ha inventado un ruido extraño que ni su gente divisa.

—¡Ahora sí que te entendí! Eres Rosa la melliza, que quieres cambiar divisa, a 25 por uno. ¡Ve a la Cadeca de Neptuno, no tienes que ir a La Lisa! Pero si es que tienes prisa, aquí yo tengo un vecino, que es un mulato fino, que te lo puede cambiar y así te puedes ahorrar como tres horas de camino. ¿Te digo su dirección?

—¡Quien te habla es Asunción, tu hermana de Jacomino! ¡Qué vecino ni vecino! Por favor presta atención. Se comenta que en la acción, ese rubio mal parido, en Washington ha «barrido» nuestra embajada cubana. Los mandó para La Habana sin dar previa explicación. Sigue inventando un montón de excusas sin argumentos, y hasta este mismo momento, con 2 000 especialistas, no se encuentra ni una pista, ni regular ni concreta, de tal arma secreta que al parecer es muy lista. De fabricación certera, arma seleccionadora, que por lo visto hasta ahora, solo a ellos da sordera. Yo te puedo asegurar, pues su maldad no me explico, que para limpiar a Trump, y a los que andan con él, no alcanzará to’ el papel, que «regaló» en Puerto Rico.

—Ah sí, con puré sabe muy rico, y salsa rusa, muy poca…

—¡Mi hermana! ¿Te has vuelto loca? ¡No comprendo tu sordera!

—Asunción, no es que yo quiera. Te escucho bien, mas recuerda que siempre estuve en la cuerda, de la moda y lo de afuera. Evitarlo yo pudiera, pero es que no está en mí, la modernidad es así, llega de primera mano: hacerse el loco y el sordo, se ha convertido en el morbo del Gobierno americano.

Tomado de Santiago Arde

Esquinas de mi ciudad I: zona este de Enramadas y Santo Tomás

¿Lo reconocen? Es el Parque del ajedrez, el mismo de la imegen de cabecera, sólo que en una vista posterior a su remozamiento. Y enfrente el Hotel Imperial, luego de muchos años cerrado y de un arduo trabajo constructivo.

Parque del Ajedrez, en Enramadas y Santo Tomás

Parque del Ajedrez, en Enramadas y Santo Tomás 2

Parque del Ajedrez, en Enramadas y Santo Tomás 3

La misma esquina, enfrente, el Hotel Imperial, recién remozado, luego de años cerrado y un arduo trabajo constructivo.

No cualquiera…

Pongo la publicación de la internauta que se hace llamar   Kenia OvaRa  porque comparto todo lo que dice, y cómo lo dice…

No cualquiera tumba una dictadura con 20 hombres desafiando al Imperio norteamericano.
No cualquiera elimina el analfabetismo en un año.
No cualquiera baja la mortalidad infantil de 42% a 4%.
No cualquiera forma más de 130 mil médicos, garantizando 1 médico por cada 130 personas, con el mayor indice de médicos per cápita del mundo.
No cualquiera crea la mayor Facultad de Medicina del Mundo, graduando 1500 médicos extranjeros por año, con 25.000 médicos graduados de 84 naciones.
No cualquiera envía más de 30 mil médicos a colaborar en más de 68 países del mundo sumando cerca de 600.000 misiones.
No cualquiera logra ser la única nación latinoamericana sin desnutrición infantil.
No cualquiera logra ser el único país latinoamericano sin problema de drogas.
No cualquiera logra 100% de escolarización.
No cualquiera puede circular en su país sin ver un solo niño durmiendo en la calle.
No cualquiera logra ser el único país del mundo que cumple la sostenibilidad ecológica.
No cualquiera logra que su población tenga 79 años de esperanza de vida al nacer.
No cualquiera crea vacunas contra el Cáncer.
No cualquiera logra ser el único país que erradica la transmisión madre-hijo del VIH.
No cualquiera logra tener la mayor cantidad de medallas olímpicas de Latinoamérica.
No cualquiera sobrevive a más de 600 atentados contra su vida y a 11 presidentes norteamericanos intentando derrocarlo.
No cualquiera sobrevive a 50 años de bloqueo y guerra económica.
No cualquiera llega a los 90 años, con tanto protagonismo en la historia mundial.
Querido por millones. Incomprendido por otros cuantos. Lo que no puede hacer nadie, es ignorarlo. #HastaLaVictoriaSiempre 

Educar respeto.

En una esquina de la parte histórica de la heroica ciudad de Santiago de Cuba, tan llena de cultas tradiciones, una joven bonita y de hermoso porte, acompañada por su hijo de unos 5 años, conversaba con un hombre mayor sobre algún importante tema del acontecer cotidiano del barrio.

A poco ella continuó su camino, y él le decía algo al niño, que respondía según las sugerencias de su madre, con obscenidades cada vez de mayor calibre y a voz en cuello, lo que ambos adultos asumían como una verdadera gracia, vaya, como una muestra de la inteligencia y el desarrollo del menor.

Ante la escena no pude menos que recordar a los y las adolescentes que se expresan en público a toda voz usando un lenguaje impúdico, con la total desfachatez de quien está convencido de que no hace nada reprobable. Y claro, quien es educado en tales “gracias” no puede menos que pensar de ese modo.

Resulta entonces que los responsables de que jóvenes estudiantes y trabajadores aparentemente educados, hablen con total irrespeto a quienes les rodean, son aquellos que precisamente debieron inculcarle el respeto por sí mismos y por los demás. En este caso no cabe buscar en otro sitio, el origen está en la familia.

Y hablando de respeto ¿Cuánto de él podrá sentir hacia sus mayores el niño educado en decirle obscenidades a los adultos?

Personalmente no soy ningún puritano, pero no puedo dejar de pensar en la sabiduría popular, porque estos truenos que estamos sembrando nos obligarán a cosechar aquellas tempestades.

Los Títulos de la Ciudad de Santiago de Cuba

Diego Velázquez marcó el sitio del actual Parque Céspedes al fundar la ciudad. Al fondo la Catedral

La ciudad de Santiago de Cuba ha sido reconocida siempre por la riqueza de su historia, por la participación de sus hijos en diversos hechos, y por su capacidad de mostrar solidaridad con los hijos de otras naciones. Todo se ha expresado de diferentes maneras, acerca de las cuales le cuento en esta Crónica.

Santiago de Cuba fue fundada el 25 de julio de 1515 por el Adelantado Diego Velázquez de Cuellar, en un sitio si se quiere poco adecuado para emplazar una gran urbe, por la carencia de agua cercana, y la característica de los suelos y el relieve. La ciudad, empero quedaba bien dotada con una bahía abrigada en un sitio propicio a las rutas comerciales.

El carácter comercial que desde sus primeros años adquirió esta ciudad la vinculó estrechamente con otros pueblos de la cuenca caribeña, y fue creando un ambiente cosmopolita. Por otra parte, las riquezas que a través de ella se movían atraían la codicia de corsarios, piratas y contrabandistas.

Fue precisamente la importancia adquirida por esta urbe desde sus tiempos fundacionales

Mural en Calle Enramadas

que alcanza la condición de ciudad en fecha tan temprana como 1522, a sólo 7 años de que se fundara la Villa, aún cuando de los primeros 300 habitantes de origen español quedaban unos 30, y con aquella condición llegó el escudo que la caracterizó. Pero aquel no fue el primero, poco antes, la ciudad había recibido lo que puede calificarse como su primer escudo distintivo.

Este primer escudo le fue otorgado por Real Cédula de los Reyes de España fechada el 9 de enero de 1517. Por las representaciones que he visto, aquel escudo tenía la forma de un óvalo, dividido en dos, en la parte superior la virgen de la Asunción, y en la inferior la imagen de Santiago Apóstol, y al pie del escudo, lo que parecen ser cocodrilos o grandes iguanas. Seguramente los cocodrilos y las iguanas fueron de los animales que más impresionaron la imaginación de los conquistadores españoles.

Ya mencioné antes las ambiciones de los piratas y corsarios que en diferentes momentos atacaron a nuestros antepasados para saquear la ciudad. Pero es bueno recordar que nunca los santiagueros se quedaron tranquilos ante estas agresiones.

De hecho, en diferentes ocasiones la ciudad recibió Cédulas Reales reconociendo el heroísmo con que los nacidos aquí habían enfrentado y derrotado  a corsarios y piratas que pretendían atacarlos, o que se habían estacionado en las cercanías, siempre con fines agresivos.

Escudo viejo de Santiago de Cuba

Precisamente con un enfrentamiento a los piratas se relaciona el primer título honorífico que recibió Santiago, que fue el calificativo de MUY NOBLE Y MUY LEAL. Este título, que se debía ubicar en una cinta que rodeara el escudo de la ciudad fue concedido mediante Cédula Real de fecha 14 de febrero de 1712.

El galardón fue conferido a los vecinos de esta ciudad que, encabezados por Juan Barón de Chávez, Gobernador del Departamento Oriental, organizaron en 1704 una expedición de 150 hombres que logró invadir y saquear las islas Providencia y Siguatey, del archipiélago de Bahamas, bajo la corona inglesa. De aquella expedición los santiagueros trajeron rico botín, varios prisioneros y armas.

Tan profunda impresión causó en la Corte Española el arrojo y valor de los santiagueros en esa incursión, que los reyes decidieron reconocer con la cinta y el título ya mencionado su valor, para que así se conservara para la posteridad.

El segundo título honorífico que recibiera la ciudad de Santiago de Cuba llegó cuando se conmemoraron los 300 años de que se otorgara el título de ciudad, en 1822.

La historia recoge que desde finales de los 1700 miles de emigrados arribaron a las costas de Santiago de Cuba desde Santo Domingo, y algunos años más tarde desde la costa firme, como por entonces se les llamaba a las tierras continentales, todo como resultado de las revoluciones que estremecían estas tierras.

Otro ángulo del Parque Céspedes y el Palacio Municipal

Aquellos emigrados encontraron entre los santiagueros de entonces el espacio necesario para insertarse. También encontraron los emigrantes el apoyo solidario de la mayoría de los habitantes de esta urbe. Pues las cosas se desarrollaron de tal modo que en el año de 1822, por iniciativa de los inmigrantes se propuso y aprobó otorgar a la ciudad el título de HOSPITALARIA DE LAS AMÉRICAS, con lo que se mostró la gratitud ante la solidaridad demostrada por los santiagueros en aquellos momentos, para ellos difíciles.

 El tercer título fue más bien el resultado de una fallida maniobra política, que pretendía ganar la simpatía de los beligerantes santiagueros hacia la metrópoli colonial. Eso fue cuando habían pasado unos 52 años de que se otorgara el título de Hospitalaria de las Américas a esta ciudad, en 1874. Aquel era un momento crucial en la Guerra de los 10 Años, y los reyes trataron de ganar simpatía entre los santiagueros otorgando el galardón del Fiel Ciudad que debía exhibir el Ayuntamiento santiaguero, para recordar la fidelidad que se había demostrado a la Corona en distintos momentos. Pero para esa época, aquí ya el horno no estaba para pastelitos, aunque el título quedó.

Pasaron otros cien años de la historia de Santiago de Cuba. En ese período terminó la Guerra Hispano Cubano Americana, se instauró la República neocolonial, y se produjo el Asalto al Cuartel Moncada, que iniciara la última etapa de las luchas independentistas cubanas. Se realizó entonces el Primer Congreso Iberoamericano-Filipino de Municipios en 1955.

El Primer Congreso Iberoamericano-Filipino de Municipios de 1955 decidió otorgarle a Santiago de Cuba su cuarto título, en reconocimiento de los importantes acontecimientos históricos ocurridos en esta ciudad, y de su larga tradición de solidaria hospitalidad. Allí se acordó denominar esta ciudad como: MUNICIPIO BENEMÉRITO DE LAS AMÉRICAS. Este título figuró desde entonces en los documentos de las oficinas municipales, y se diseñó una placa especial para ser colocada en la entrada del Palacio Municipal.

Ya en la etapa revolucionaria se produce el otorgamiento de otros dos importantes títulos esta histórica urbe, hecho tan reciente como de 1984, cuando el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana comunicó a los santiagueros la decisión del Consejo de Estado, precisamente desde el balcón del Palacio Municipal donde hiciera el histórico discurso del primero de enero de 1959.

A 29 años del cuarto título llegaron el quinto y el sexto, cuando en 1984 a la ciudad de Santiago de Cuba le fueron otorgados los títulos HÉROE DE LA REPÚBLICA DE CUBA y la ORDEN ANTONIO MACEO, por sus aportes a la total y definitiva independencia de la Nación Cubana, así como por las tradiciones patrióticas y revolucionarias de profunda raíz popular de sus hijos.

Estos últimos títulos honoríficos recibidos por Santiago de Cuba recogieron de modo abarcador la historia de la ciudad, y rindieron tributo a la cuna de héroes de la talla de Antonio Maceo, Guillermón Moncada, Quintín Banderas y Frank País, y de venerables personalidades como José María Heredia y Heredia, Juan Bautista Sagarra, Emilio Bacardí Moreau y Diego Vicente Tejera.

A Santiago de Cuba también le fue otorgado el galardón Manzana de Oro, concedido por la Federación Internacional de Periodistas y Escritores de Turismo (FIJET), como merecido homenaje a la calidad y condiciones excepcionales del destino turístico. Santiago constituye uno de los polos más relevantes del país, con una magnífica infraestructura hotelera en instalaciones de playa, montaña y ciudad.

Pensando en todas estas cosas que le he comentado, se me ocurre que es muy probable que nada haya podido resumir más gráficamente la historia y las tradiciones de esta ciudad y sus hijos que la frase con que la calificara el invicto líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz: “SANTIAGO DE CUBA, REBELDE AYER, HOSPITALARIA HOY, HEROICA SIEMPRE.” Ahí se resume la historia de esta urbe y el quehacer patriótico y humano de los hijos de una ciudad que con razón ha sido calificada como Ciudad de la Historia.

Mi abuela no sabe

Por: Carlos Gonce Socías

Mi abuela se va acercando a la centuria, es una viejecita llena de achaques, pero con un elevado sentido común, un profundo amor por su familia, y una mente milagrosamente clara, que le permite compensar con una vasta experiencia vital sus escasos tres años de instrucción escolar. Ella ha dicho:

Después del Triunfo (de la Revolución en enero de 1959) yo no he pagado mas médicos, antes sí que los tenía que pagar, que pagaba allá en Vista Alegre el cardiólogo, pero después no. He ido a los cardiólogos que he querido y podido, ahí están. Tú sabes que últimamente, después del Triunfo para acá fue que (EL GOBIERNO) me ayudó más para poderlos yo educar, esa es la verdad, que se me facilitó. Mis nietos todos han estudiado. Y es verdad que si Cuba no me hubiera ayudado, no hubiéramos llegado a nada, porque todo había que pagarlo.

Mi abuela tiene 97 lúcidos años, sigue las informaciones, pero entiende poco de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

A ella se le escapan las diferencias de los distintos sistemas electorales y las democracias, pero sabe que sus bisnietos pueden salir de noche con seguridad, y que las autoridades los van a proteger, no a detener, torturar y desaparecer.